La Legión Blanca ha sufrido un tremendo golpe tras la caída de sus dirigentes. Pero donde muchos ven problemas, la Rebelión ha vislumbrado un rayo de esperanza. Sin embargo, tendrán que esforzarse, pues el Caos sigue muy presente aún, de la mano de la Espina Carmesí.

Egis y Laila junto con antiguos camaradas, viejos rivales y nuevos conocidos tendrán que reunir a los Avatares de los Dioses para hacer frente al mal que crece en Arcana. Las Piedras del Caos volverán a poner en su camino numerosos obstáculos y poderosos enemigos. Y es que Prisma ya no es el remanso de paz que Cerúleo, su creador, imaginó en el principio de los tiempos.

“Puede que los Dioses permanezcan en silencio, pero, bajo su mirada, Prisma no se rendirá”.