El año pasado, con esto del confinamiento, y de ver a los niños pegados a las consolas y al televisor, se me ocurrió la idea de escribir unos cuentos, que hiciera que los niños volasen con la imaginación a mundos lejanos y conocieran historias de animales y de seres fantásticos que les pudieran ayudar a salir de sus quehaceres actuales.

Fui creando historiasvariadas, en principio, como digo, con un fin determinado de hacer salir a los niños de sus juegos y del televisor, después se convirtieron en pedacitos interiores que se iban volando con la imaginación, fui haciéndoles dibujos, para que los niños no se cansaran con la lectura y , al final fui metiendo valores, que les hicieran ver más allá de sí mismos y que les hicieran comprender otras realidades que por sí solos no veían y que en muchas ocasiones he tenido que comprobar que, aunque se les hayan enseñado, no saben bien como aplicarlos, cuando se hayan frente a frente con situaciones “raras “ para ellos.

Así fue surgiendo esta colección de abrazos, de momentos entrañables que los niños saben apreciar y aprenden a guardar en lo profundo de su corazón. Pretendía que fuera una lectura amena, que ellos luchen por querer leer siempre que tengan un momento libre, que sus padres les puedan mostrar, si ellos no saben, y que conozcan a los animales, a las flores, al sentir de cada personaje.