Oriunda de Bilbao, se crió en Zaragoza la que considera su tierra y ahora sevillana de adopción.
Estudió Relaciones Laborales entre Zaragoza y Sevilla, actualmente ejerce de agente de asistencia, y eso da para narrar experiencias, que no dejarán indiferente al lector.
Devoraba libros desde muy temprana edad y se animó a escribir relatos.
Ha ganado algunos concursos, y publicado algunos microrrelatos, género que le apasiona.
Su escritura suele ser realista con algunos toques de ficción, sin filtros ni correcciones, sus letras fluyen desde el sentimiento y la imaginación, a menudo las palabras surgen a un ritmo mayor que el que alcanza para escribirlas.
Ha participado en varias sesiones de micro abierto, e incluso se ha atrevido a improvisar sus relatos.
La “sevimaña”, como le dicen algunos, escribe por placer, siempre bajo el pseudónimo de Sirk, que es su nombre al revés, porque a ella le gusta escribirlo con K.
Próximamente verá la luz su libro de microrrelatos y trabaja en el esqueleto de una novela que se titula Gracias puta (vida).
Los finales no siempre son felices, aunque sí sorprendentes.
Y sí, le encanta viajar.