La poesía describe la belleza como la esperanza pelea siempre. Al igual que vuelve la primavera, los poetas creamos como pequeños dioses, trasgos a veces, que hacen magia con las palabras.
¿Magia? ¿Qué es ese karma que une un verso a otro haciendo un poema que, por una sola vez, entra a los ojos?
¿Ha habido un inventor para la poesía? La poesía está en la naturaleza, como los números. El verso libre rompió la métrica e hizo el caos, ¡y qué bellas piezas en el desorden!
Si bien la ciencia es exacta, la duda es del poeta; pero la poesía es para la humanidad. Al igual que toda criatura requiere su hábitat, el lector necesita toda la literatura del mundo para ilustrarse, acorde a su sentir.
Pero, hoy, en esta calle vacía, no siento nada─ o siento todo: los lectores están escondidos en sus casas con sus preciados libros, ¡y aquí esta escritora está escribiendo un libro! Me he dado un momento para pensar en el significado de la poesía: no tengo palabras. La poesía es imagen, sentimiento, una necesidad como los sentidos.
Ahora, en el mundo, hay mucho dolor. Pero siempre existió la palabra, hasta los pájaros hablan. Desde que hubo esperanza, hay poetas.
No hay otra cosa que malas noticias, pero no caigamos en el engaño: leamos, protejámonos, ¡visitemos otros tiempos! Hagamos parar el mundo agarrándonos de las manos, con la esperanza de la vida… Inspirados por la muerte. No dejemos que el miedo nos paralice, sintamos el miedo, hablemos de ese miedo.
La palabra es sanadora, la poesía es terapia, y es un fenómeno de la naturaleza que se puede contemplar con los ojos cerrados. De Oriente a Occidente, en cientos de idiomas, hay almas leyendo poesía, unidas por un solo dios: el sol, ¡es el sol nuestra fuerza! ¡Somos luz! ¡El sol brilla para todos! Hay poesía en una mirada, y hay poemas silenciosos. No son tiempos para sentir, nos hemos vuelto locos… ¿Hay amor en esta locura?