Un corazón donado,
un pinchazo en el pecho,
la vida arrebatada entre el tumulto,
mi corazón sin sosiego.
Voces de altos estamentos calladas ante la protesta,
la solidaridad con manos alzadas al cielo,
el dinero que corre como lava,
de los que sacan negocio hasta del dolor,
y la sonrisa de un niño,
que agradece hasta un sorbo de agua,
cuando ya no le queda nada.
Hombres y mujeres que corren entre la muchedumbre,
escapando de la tormenta de desvarío alrededor,
que les azota,
y el vaivén de un pájaro en una rama,
entre arboles caídos,
partidos por un rayo.
Marea de desastre que inunda la comarca,
y un solo hombre cautivo de conmiseración,
intenta salvar el mundo.
Lo que no hizo la bondad,
no lo hará la prisa por remendar lo mal cosido.
Bienvenidos lo bien hallados,
al Reino de los cielos,
que será de quien se apiade del sufrimiento,
y tienda su ayuda al necesitado.
En tiempos de oro falso y plata de la que cago la gata,
no nos podemos fiar ni del vientre que nos anido.
Pero el karma vuelve ,
y quien causó dolor vera el boomerang regresar ,
y quizás los inocentes atrapados en la saca,
vean sus cuerpos cercenados.
Ayuda al que no tiene abrigo y enciende una vela,
por tu propia Alma.
Diana Colomar ginto
4/11/2024