Me llamo Iria y soy veterinaria, autónoma, madre y apicultora. Tengo 38 años y vivo en As Pontes, un pueblo en la provincia de A Coruña (Galicia). Desde niña, me apasionan la lectura y la escritura. A los 6 años, empecé a escribir mis aventuras y desventuras en decenas de diarios, llenos de faltas de ortografía, manchas y tachones, pero sobre todo de inocencia infantil e ilusión. En los últimos años, el papel dio paso a las redes sociales, donde comparto anécdotas de mi día a día, sobre todo como veterinaria. Experiencias vividas, pacientes peculiares (desde un perro a una abeja, pasando por loros, conejos o gaviotas) y otras situaciones divertidas en tono de humor. Conviviendo con temáticas más duras como casos complicados, finales no tan felices o reflexiones sobre el día a día veterinario y la realidad, a veces dura, de la profesión. No falta algo de crítica social ante distintas situaciones, como la desigualdad de género, tan frecuente aún en esta profesión, como en muchas otras.
Encuentro la paz en mi colmenar, donde el zumbido de las abejas y el olor de la miel me permite desconectar del ajetreado ritmo de vida.
Trabajo, crío, río, lloro, leo, discuto y aprendo... y todo ello, lo escribo.