En la segunda mitad de los años noventa, muchas personas del este de Europa viajaron a Occidente en busca de un futuro mejor. Entre ellas está Sofía, una joven moldava con un doctorado y el deseo de trabajar legalmente en París.

Mientras intenta abrirse camino, combina sus estudios de posgrado con el trabajo doméstico, descubriendo las luces y sombras de la vida parisina: las diferencias sociales, los desafíos de la inmigración y la fuerza necesaria para empezar de nuevo lejos de casa.

A través de su historia, la novela retrata con sensibilidad y realismo la lucha por la dignidad, el amor y la esperanza en una ciudad que puede ser tan dulce como un caramelo salado.