Damián Labrada Quintero
Actor teatral, escritor, periodista.
Oriundo de Colombia, nacido en la sultana del Valle (Cali) amante de las bellas artes desde pequeño, con una importante inclinación por el teatro y lo que sea como un performance.
Ha viajado a diferentes países para darse a conocer en sus áreas (actor de un filme llamado Terremoto Quito), esta vez lo encontramos en Madrid con su primera novela, algunas proyecciones como emprendedor, dinamizador de oenegés.
«Antonio» es una novela psicológica, contada a través de una figura simbólica o leitmotiv (el árbol de mango) donde dos adolescentes, en lo más alto del mismo, por el exceso de hormonas, por la soledad de la noche, el deseo perteneciente a la juventud, pierden en segundos la cordura, la claridad que tenían, y se vuelcan a situaciones que terminan para sus protagonistas en desenlaces desastrosos.
Se evidencia con un acto sexual doloroso, forzado por uno de ellos, en la copa del mangal, con fuertes consecuencias, que termina volviéndose violento para su personaje principal.
Por otro lado, esta historia también cuenta anécdotas de una sociedad podrida, descantada, llena de mentiras (jóvenes buscando placer en el sexo, las drogas, las malas compañías, llenando sus vidas vacías de lo que no existe en realidad).
Nos cuenta de violaciones reales, como una ocurrida con uno de los otros personajes del libro, quien después de ese acto vergonzoso, siendo un niño aún, crece y toma poder por los hombres que conoce. Nos sumerge en su vida, desde su perspectiva, y nos cuenta sobre su iglesia, su secta (no Dios), metida entre las artimañas de la propia gente, de sus situaciones morales, religiosas, de adoctrinar, sobre lo que es bueno y no lo es. Nos lleva a callar y nos refresca ese dicho conocido en el mundo de «tapar, tapar».
No obstante, nos adentra por caminos literarios, poéticos, litúrgicos; vivencias de quienes cuentan el día tras día, los que coexisten con Antonio, quienes aparecen en esta obra escrita con amor, pasión y sentimientos. Es una novela hecha para adolescentes, mujeres, hombres, familias, hijos..., para todo aquel que se identifique con este escrito.
Los invito a leerla, a compartirla y a volvernos generadores de cambios.