Este libro nace de la necesidad de compartir emociones.

Con la pasión de un observador que nunca deja de sorprenderse, se van cincelando cada uno de los escritos. Todo aquello que captura la atención durante la semana es válido. No existe un tema ni un guion preestablecido.

Las cuatro estaciones del año sirven de excusa para clasificar la variedad de los artículos que componen este libro. Pasamos de susurrar bajito y al oído palabras románticas (primavera), a hablar de frente y mirándonos a los ojos (verano), para continuar con la sonrisa en el rostro (otoño) y terminar hablando de la vida misma (invierno). Cada sábado con puntualidad y disciplina a las 9:40, un nuevo artículo llegó a más de doscientos privilegiados que lo leyeron en primicia. Hoy, gracias al entusiasmo mostrado por estos primeros lectores, lo tienes en tus manos. ¡Disfrútalo!