Cuentos en ebullición: el auge imparable de la literatura infantil
12 de agosto de 2025
En un mercado editorial que parecía saturado, un género ha demostrado que aún hay historias por contar… y oídos ansiosos por escucharlas. La literatura infantil vive un auge sin precedentes: desde álbumes ilustrados que son pequeñas obras de arte hasta novelas juveniles que se convierten en fenómeno mundial, las ventas de libros para niños han crecido a doble dígito en los últimos cinco años.
La causa no es solo una moda pasajera. Editores y pedagogos coinciden en que la pandemia, con sus largos periodos en casa, cambió el vínculo de las familias con la lectura. “Muchos padres redescubrieron el poder de sentarse a leer con sus hijos”, explica la editora infantil Marta Borrás. “Ese hábito, una vez creado, rara vez desaparece”.
A esto se suma la profesionalización del sector: ilustradores de renombre, psicólogos infantiles y escritores consagrados trabajan ahora en equipo para crear libros que no solo entretienen, sino que ayudan a comprender emociones, fomentar la diversidad y estimular la imaginación.

Las cifras son elocuentes. En España, según datos de la Federación de Gremios de Editores, el libro infantil y juvenil representa ya más del 15% del total del mercado editorial. En Latinoamérica, el crecimiento ha sido igualmente explosivo, con ferias especializadas, premios internacionales y un notable desembarco de editoriales independientes.
El auge también responde a un cambio cultural: en lugar de ver la literatura infantil como “lectura menor”, cada vez más padres y educadores reconocen que estas primeras historias son las que siembran el amor por los libros. Y cuando una generación crece con cuentos bien contados, la semilla de la lectura está garantizada.
En definitiva, el libro infantil se ha convertido en mucho más que un pasatiempo para niños: es un puente entre generaciones, un refugio frente al ruido digital y, quizás, la mejor inversión en el futuro de cualquier sociedad.