Penélope y Otoño es un viaje, una búsqueda, donde no importa el tiempo ni la distancia, si es Otoño o te sientes mal, siempre puedes buscar y refugiarte en alguien que hayas conocido hace poco o en Dios, y que haya sacado de ti la mejor versión.
Para llegar al Otoño, antes debes alcanzar el verano, tocarlo.
Hay diferentes tipos de amor: el amor pasional, el amor a la distancia, el amor familiar, ingenuo, amor platónico, primer amor o amor a Dios.
Junto con el amor viene el sentimiento de gratitud a esas personas y de gratitud conmigo misma.
Para encontrar el lugar correcto que le corresponda al amor que quiero expresar es necesario un amor al aprendizaje, muy poco de desamor y algo de decepción para ir siempre hacia delante.
Uno (amor) puede ser varios, y en todos se refleja la magia de la persona que lo despierta, es la misma persona en diferentes estados y situaciones amando.
En el sentimiento no existen afluentes ni atajos a lo que te hace feliz, a veces hay que resistir. A simple vista lo que es una lucha no es más que un sencillo escucha. Lo que siempre te ha levantado y por lo que has soñado y alcanzado.
No es solo entender el pasado, sino ignorarlo con inteligencia para vivir feliz. Para no quedar estancado y abrazar aquello que te hace cerrar los ojos.
Después de la tensión entre dos extremos en Penélope y Otoño, nos damos un capricho a Sentir, porque lo opuesto se necesita, te pide atreverte sin lamentar las dificultades.