Aurora mece en sus brazos al recién nacido en el momento en el que la puerta de la habitación del hospital de Tenerife se abre para dar paso a Iruene.
Cumplida la segunda primavera del feliz evento, en una habitación de hotel, la hoz de la Parca creará muerte y confusión.
Dolores, esa joven débil y decepcionada, conduce a su pequeña de la mano hacia esa habitación que las acogerá, tenebrosa, oscura, llena de fantasmas y malos augurios. La decisión está tomada.
Verónica es gallega y ha vivido siempre rodeada del amor incondicional de su padre; es fuerte, ella no teme a la Parca, teme más a quien vive con ella.
El curso de la vida, el destino, un encuentro fortuito en Donostia/San Sebastián de tres jóvenes de diferentes ciudades, y la curiosidad insaciable de una psicóloga que cree reconocer en una de las jóvenes a alguien de su pasado, hará que los secretos de familia, tan bien guardados hasta entonces, sean desenmascarados.